Freakcon: un espacio para ser quien quieras ser
Cualquier persona, muchas veces a lo largo de la vida, desea sentirse arropada, integrada y perteneciente a un lugar. Es pura psicología. Ser diferente está bien, pero mejor sentirse diferente con alguien a tu lado que alza tu misma bandera. La Freakcon ha sido la bandera de más de 22.000 personas.
El sábado amaneció nublado, frío y húmedo pero, a pesar de la obstinación climatológica, el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga acogió en su seno a más de 10.000 frikis (y muggles curiosos de este mundillo). El traspaso intergeneracional de hobbies como el manga, los cómics, las series o los videojuegos era latente: por las instalaciones había pequeñas Rey del universo Star Wars de menos de metro veinte correteando de aquí para allá en busca de la Fuerza (o del flato de sus padres); entre los puestos repletos de merchandising se pasearon numerosas frentes perladas de acné bajo capuchas de Pikachu, de Teemo, de Totoro y de algún que otro Minion. Además, se confirma que una peluca rosa chillón queda de escándalo en una madre que lleva de la mano a su hijo en una convención cultural embozado en unas mallas de lunares.
Sin duda, lo que allí se respiraba era libertad absoluta para vestir como se quisiera, actuar de la manera que
diera la gana y deseo de disfrutar por aquellos amantes de lo no común. “Cuando llevo un cosplay me siento como otra persona. En un salón si vas con cosplay o incluso si no, puedes actuar como tu quieras, te sientes totalmente libre”, confesó Meery Cosplay a media sonrisa mientras lucía un kimono hecho por ella misma en la zona Japan Town de la exposición. Meery, que formaba parte del staff de Freakcon, posaba con toda la naturalidad que pudiera tener cualquier personaje de un manga cada vez que alguien le pedía una foto junto al enorme photocall decorado con motivos de la primavera japonesa.
Sus palabras fueron secundadas al poco por un cosplay grupal que representaba a Nanatsu No Taizai, en español “Siete Pecados Capitales”, un manga de Nakaba Suzuki. Cuando la gente dejó de llegar pidiendo fotos, selfies, vídeos… Satsuki Cosplay, Tales of Lightning, Disa Cosplay y Cuervo Cosplay aseguraron que las convenciones de este tipo los liberan de la rutina, simplemente llegan y disfrutan. “Con el cosplay tú puedes ser la persona que quieras ser, porque tienes que interpretar al personaje. Es como evadirte de la realidad y ser esa persona que admiras y que has hecho el cosplay por él” explicó tímidamente uno de los integrantes, quien iba vestido del personaje “King”.
Quizás haya que comprender que los cosplay se convierten en más que disfraces para aquellos que los llevan. Según contó Meery Cosplay, son trabajos de varios meses y tienen un precio medio de 25 y 30 euros por un atuendo muy básico. Todo ese tiempo, dinero y dedicación empleados en la confección de estos trajes va más allá del simple desfile o muestra del trabajo realizado, es más, se establece una relación de afinidad entre el personaje ficticio y la persona real, la cual se adentra en una cultura y una estética que la atrapa y la hace sentir cómoda e incluso orgullosa de ser su representación fuera del cómic. “Ves una serie y te enamoras de un personaje. Te dices: <<me gusta mucho el traje, yo quiero interpretar a ese personaje>> relató la Diane de Nanatsu No Taizai. Por su parte, los asistentes que conocían el personaje destilaban admiración y mucho respeto. Quienes no lo conocían no podían evitar quedarse boquiabiertos por lo mucho que se difumina la línea que divide la realidad de lo imaginario gracias al maquillaje, las pelucas, los ropajes y la actitud.
Por otro lado, no solo hubo quien interpretaba mangas, animes y cómics sino quien los hacía. Muchos de ellos en directo. La zona de artesanía estaba repleta de grandes artistas que habían visto su solicitud aprobada para tener un espacio en la Freakcon por la validez y la calidad de sus obras. “Eché la solicitud y no tenía confianza en que me fueran a elegir pero mi madre insistió en que la echara. Venía con cero expectativas [de que la gente se interesara por sus dibujos] y me ha sobrepasado”, reveló Belannix, una estudiante de biología de 21 años cuyo hobby siempre ha sido el dibujo. “Yo estoy estudiando una carrera que no tiene nada que ver con el dibujo y el dibujo me sirve para escapar de eso y hacer cosas distintas, hacer lo que me gusta y expresar lo que me gusta”.
“El mundo de la ilustración es un mundo donde el ilustrador expresa cualquier idea, cualquier historia con imágenes, con dibujos. Entonces nosotros tenemos un campo de trabajo muy amplio: dedicarnos a videojuegos, dedicarnos a ilustrar libros, cómics… eso la gente no lo sabe. Se cree que solo vendemos cierto tipo de cosas pero valemos para mucho más”, explicaba Teresa Hernández, una ilustradora ceutí de 36 años, al tiempo que soltaba un fino pincel lleno de pintura. “Casi siempre todas las personas que se dedican a esto viene de pequeños, es algo que te sale de dentro y a parte que hay que formarse. Esto no es solo autodidacta”.
En el mundo del arte hay que formarse. Esto es una buena reflexión para los tiempos que corren; una era en la que el acceso a los contenidos son imperiosamente gratis debido al derrocamiento del formato físico, a la calidad le cuesta encontrar un comprador verdaderamente dispuesto a pagar por ella. Estamos en un momento de la historia en el que la prensa no encuentra el equilibrio entre la rentabilidad económica y la libertad de prensa, la música se piratea, el cine se hace en casa y en AliExpress puedes comprar un alma por 35 céntimos. Entonces el arte, ¿dónde queda? ¿Libre acceso para todos? ¿Un precio justo a un trabajo de pedigrí?
No obstante, siempre hay factores que se escapan del control de la propia oferta. Concretamente, en relación a los puestos donde las distintas tiendas ofrecieron sus artículos en la Freakcon, como en cualquier convención, galería, feria… de este calibre, la ocupación de un stand tiene un precio, y según varios tenderos, este ronda los 700, 800 euros, por tanto, los precios de sus productos tienen que ser irremediablemente caros para poder obtener un beneficio. Entonces, en el mundo del arte formarse y también conformarse.
Saliendo de la breve introspección anterior, continua la travesía “freakconita” de este fin de semana hacia las brillantes réplicas cinéfilas realizadas precisa y redundantemente por la asociación Réplicas de Cine. “Somos una asociación de amantes del cine y del coleccionismo de réplicas de cine y series de televisión a nivel global. Como es un hobby bastante caro, para ingresar dinero y poder hacer otras cosas llevamos nuestras creaciones a eventos”, explicó Carlos Bernal mientras custodiaba su obra más preciada: una réplica de la batalla de Hoth de Star Wars a escala 1:72. Unas 600 miniaturas representando a los caminantes, los AT-AT, los stormtroopers… se esparcían por una maqueta de 6x2 metros, captando la atención de todos los que por allí pasaban. Además, Réplicas de Cine hizo las delicias del público con dos photocalls bastante irónicos. Uno de ellos contenía una de las mejores réplicas de Europa de la moto Jet a escala real y otro de E.T. con la bicicleta del pequeño Elliot.
El domingo destacó el concurso de “dance asiático”, donde chicos y chicas de edades variadas se subían a las tablas para dar lo mejor de sí frente a un público que rugía ante cada actuación, independientemente del nivel de la coreografía. Grupos como Olympus, Blue Cat, B-HOWL, o parejas como Sweet Tentation, Blue Brothers, Momoka no Mai e incluso solistas como Madisiles, Makashi dieron todo al ritmo del K-Pop donde predominaron los temas del grupo surcoreano BTS, entre otros.
Ante tal panorama, muchos estarán de acuerdo con Flavita Banana, una de las invitadas al evento y que participó en la conferencia “Desdibujando el machismo”, cuando dijo: “Justo cuando he entrado lo decía, que estaba alucinada…una calidad y el lugar, la cantidad de gente… todo lo que sean iniciativas para gente joven como ociosas me flipan porque hay que impulsar que tengan personalidad, que tengan carácter, que sean emprendedores”. ¿Qué mejor forma hay de ser emprendedor que defendiendo lo que más te gusta?
Fueron muchas las actividades que la Freakcon ofreció este fin de semana. Tantas que casi abrumaron por el anhelo de hacerlas todas. El nivel de las conferencias fue óptimo. Hubo cabida para el feminismo, explicado bien clarito por cuatro guerreras (Flavita Banana, Pedrita Parker, Feminista Ilustrada y Belén Ortega); el funcionamiento del mundo Star Wars más allá de lo que se ve en pantalla (con las aportaciones de Javier Coronilla, un animatronic designer gaditano que trabaja al otro lado del charco junto a actores como Spencer Wilding, otro invitado a la convención); un coloquio dedicado a Batman de la mano de Juan Gómez-Jurado, Carlos Pacheco y Arturo González-Campos; un repaso por la vida de un actor de doblaje como la de Claudio Serrano; un espacio para la Fundación Andrés Olivares, el meet & greet con Kristian Nairn (Hodor en Juego de Tronos) … la lista es inmensa.
Y es que los 8.000 metros cuadrados dieron tanto de sí que dos días saben a poco para poder experimentarlo todo como se merece. Sus dimensiones, su aplastante variedad y el buen ambiente que se respiró hacen merecedoras las palabras del alcalde, Francisco de la Torre, hacia esta II Convención internacional de Manga, Cómic, Series TV y Videojuegos: “A mí me parece un éxito. En dos años está situada como la de más nivel, más interesante, más completa de toda Andalucía”. ¡En marcha esos diseños y que se reanuden los pespuntes, porque la siguiente Freakcon volverá pisando fuerte!
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